martes, 18 de mayo de 2010

Tantrismo


"El Tantrismo" es la culminación de muchos siglos de experimentación yóguica con el cuerpo y la mente. Al mismo tiempo puede verse como la etapa final de un largo proceso de asimilación y síntesis de la cultura y del pensamiento indios" George Feuerstein




miércoles, 14 de abril de 2010

C O N F I A R




¿Qué es confiar?

La duda está enraizada en el miedo. La duda surge porque hay un deseo de protegerse, de defenderse, de estar seguro. Sólo puedes confiar si estás dispuesto a entrar en la inseguridad, en lo inexplicable, si estás dispuesto a zarpar desprovisto de mapas rumbo a lo desconocido. Confianza significa inmenso coraje, y sólo alguien con coraje puede decir que sí.

La duda es una defensa, aún cuando te encuentras defendido por ella te mantiene estancado, no puedes moverte, porque cada movimiento trae miedo, ya que cada movimiento es un movimiento hacia lo desconocido, hacia lo que no es familiar. Recuerda, la duda es un subproducto del miedo.

Entonces, ¿qué es confiar? Confiar es un subproducto del amor. Sólo los que saben amar saben confiar. El amor nace del corazón, y la confianza también; la duda nace de la cabeza y el miedo también. Quien vive en la cabeza permanece cobarde. De hecho porque es cobarde vive en la cabeza. Teme moverse hacia el corazón, porque nunca se sabe adonde éste te va a llevar.

El corazón es un aventurero, es el explorador de los misterios, es el descubridor de todo lo oculto. El corazón está siempre en peregrinaje. Nunca está satisfecho, tiene un profundo descontento espiritual, nunca se establece en ningún lado, está muy enamorado del movimiento, del dinamismo.

El corazón sólo está satisfecho al llegar a lo esencial, a aquel punto donde ya no existe un "más allá". Lo mundano no puede satisfacerlo. El corazón no es jamás convencional, está siempre en revolución; saltando siempre de un estado a otro, siempre tanteando, siempre arriesgando. Siempre está dispuesto a jugarse cualquier cosa que tenga por lo desconocido. Su deseo es conocer lo que verdaderamente es, y Dios se trata de esto.

Osho



A M I G O S



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martes, 6 de abril de 2010

estamos en el hornoooooooooooooo



Necesidad y urgencia

Por Eduardo “Tato” Pavlovsky *

Arreglar los institutos de menores no da réditos políticos (Carmen Argibay).

Intentar pensar nuestro país es de un gran nivel de complejidad. Una semana con Redrado, otra con La Hiena, un mes con los Pomar. Otra con los mejores culos del verano y los chismes del espectáculo. Otra con la operación del ex presidente y las explicaciones de la operación. Otra con la decadencia boquense. Es muy probable que no se entienda el país con ideas. Sólo las imágenes van quedando. Son las que pesan y las que producen subjetividad social. La mayoría de la población no logra “pensar” la información sólo la “mira”. Mira las imágenes. ¿O alguien entendió algo acaso del conflicto del Banco Central? Todo da más o menos igual. Todas son verdades a medias. Lenguaje confusional exitoso. Pero los enfrentamientos son cada vez mayores. Se dice todo y de todos. Algunos mantienen una estrecha coherencia. Otros han cambiado de un día para el otro su manera de pensar o vivir.

De todo esto no podría opinar con claridad. Sinceramente, el bombardeo de imágenes también me afecta a mí. En este país denunciar sistemáticamente la corrupción corre el peligro de que algún diputado termine baleado como fue Solanas durante el gobierno de Menem.

Algunas cosas sí me quedan claras. En este maravilloso país, cuyas exportaciones y riquezas en recursos naturales son de gran magnitud, el 35 por ciento de la población vive debajo de la línea de pobreza y con alto grado de indigencia. ¡Parece increíble! Pero ya se ha vuelto un fenómeno obviamente creíble.

Los ricos tienen cada vez más plata y los pobres cada vez menos posibilidades. Los ricos viven en sus mansiones en los countries, los pobres e indigentes en casas de lata o en las villas. Es así. Carentes en mucho casos de las más elementales condiciones de higiene. Falta de espacio. Pueden vivir ocho en tres colchones tirados en el piso. Hacinamiento. Todo tipo de promiscuidad sexual, que justamente hay que buscarla en los espacios reducidos, que favorecen las situaciones incestuosas y el colecho. Ausencia de agua potable o agua contaminada con uranio muchas veces. Ausencia de cloacas. En fin, es difícil imaginar este infierno argentino. Pero todavía más difícil es imaginar la falta de respuesta del resto civil de la república. Hay organizaciones sociales, grupos que trabajan en todo tipo de ayuda social. Pero no existe una política de Estado.

Hay que construir planes de inclusión para los padres. Darles vivienda, trabajo, educación, sistemas de salud para que los niños no tengan mañana problemas con la ley penal (C. Argibay).

Hace poco, un prestigioso sociólogo brasileño sostenía que había muchas obras de inversión de Lula en las villas como política de Estado. Y sostenía que el fenómeno es difícil pero no imposible. Los narcotraficantes, creadores del crimen organizado, son defendidos en las favelas por los niños que las habitan. Esta niñez ha sido favorecida por los narcos en los problemas de salud y educación. Allí es donde Lula está interviniendo. Porque el problema de la inseguridad es bien claro que está organizado por los narcos que forman a los jóvenes para el crimen organizado.

En un plano menor, lo mismo ocurre aquí. Los narcotraficantes crean un ejército de jóvenes para la construcción de la sistematización del crimen organizado. ¿Quiénes ocupan las cárceles juveniles? Los niños miserables, sin educación y sin protección sanitaria. Cuando entre los delincuentes aparece un “joven de clase media”, todos los diarios expresan su asombro “¿¡Qué hacía un muchacho bien en un lugar como ése!?”

Tampoco creo que la construcción de planes de inclusión social desde el Estado proporcione rédito político. El bajo nivel socioeconómico con el subdesarrollo de los recursos humanos al límite, sin trabajo, sin esperanza es un caldo extraordinario para el crimen organizado. Con esta juventud subhumana, excluida, sin vida, sin proyectos, sin esperanza, con lesiones neurológicas por la hipoalimentación.

¿Pero a quién le importa todo esto? Todo lo que se escribe son registros o estadísticas. 800 mil jóvenes de la provincia de Buenos Aires no trabajan ni estudian. Con precios muy bajos (100 a 500 pesos) se construye un delincuente. Para robar o matar directamente y siempre con un poco de droga para el operativo.

Conversen con algún intelectual progresista de la política actual y seguramente este fenómeno “monstruoso” argentino no será mencionado. Pero estará de acuerdo en que hay que combatir el crimen organizado. Vidas desperdiciadas. Los no existentes. Los más allá de los excluidos. Los semimuertos.

Recordemos la complicidad civil durante la dictadura. Con todo, cada muchacho o muchacha tenían nociones de qué estaba haciendo y por qué luchaba. Las víctimas de la pobreza e indigencia mueren todos los días por causas evitables.

Es el momento de reinventar el mundo y las instituciones. El mundo ha perdido la capacidad de crear y soñar y debemos recuperarla. Otro mundo y otro camino todavía son posibles.

Hemos perdido la capacidad de creer en el mundo. Nos han robado la creencia de un mundo más justo (G. Deleuze).

Un buen tema para una nueva instrucción cívica. ¿Qué es ser cómplice civil? ¿Acaso la indiferencia ante el sufrimiento de un hermano?

* Psicoanalista, dramaturgo.



viernes, 19 de marzo de 2010

El cuerpo que grita







“La expresión emocional del individuo constituye una unidad: no es la mente la que se encoleriza ni el cuerpo el que golpea: es el individuo el que se expresa” (Alexander Lowen)

Existe una condición responsable posibilitadora de la formación de los síntomas y los cuadros psicosomáticos: la relación de resonancia estrecha entre afecto y soma (cuerpo).



Siempre que una emoción se activa, algo del cuerpo está comprometido, lo registre o no la conciencia. El cuerpo es un territorio apto para la “facilitación somática”, es decir, para que lo psíquico se encarne, para hacer más evidente, de un modo sufriente, la encarnadura existencial.

Por otra parte, en el cuerpo se inscribe la historia de cada cual, en el cuerpo se producen anclajes históricos que dan cuenta de experiencias, traumatismos, pérdidas, etc.: es en este sentido que se puede afirmar que existe una memoria corporal, que recuerda lo que olvida el psiquismo…ES por esto que Freud decía que el síntoma es conmemorativo del hecho traumático, es el resultado simbólico de un conflicto.

De modo, entonces, que el síntoma está en el lugar de un afecto que falta. Si la persona pudiera expresar ese afecto, la presencia del síntoma carecería de sentido y sencillamente, no habría lugar para tal manifestación somática.



Dicho de otro modo: si se pudiera recordar el hecho traumático, no habría síntoma. Esto hace pensar que el síntoma es una manera de recordar, es un intento fallido de sincerar la sombra, lo rechazado y reprimido.

Los afectos vuelven como síntoma al cuerpo y el destino de estos afectos está determinado por la geografía del cuerpo, ya que éste impone condiciones de expresión a los afectos.



La tristeza no va a cualquier parte sino a ciertos y determinados lugares que están asociados como claves de inervación somática, con esta emoción. Así, la melancolía puede aparecer en el aparato digestivo asociada con acritud; en la hepatitis con amargura; en las enfermedades cardíacas con añoranza y nostalgia; en el repiratorio con desaliento; en la osteoporosis con vivencias de desmoronamiento; en las várices, con afectos de sentirse atormentado y “mala sangre”; en la diabetes, con hastío e incapacidad de gozar de las dulzuras de la vida; en los riñones, con desazón; en el hipotiroidismo, con humillación y sentir el mundo como un espacio adverso, etc. Esto quiere decir que una misma emoción puede ser la causa de varios síntomas diversos y que, según como se particularice, será el segmento del cuerpo que grite como síntoma.

Las formaciones psicosomáticas se sustentan en la idea del “teorema emocional”!, que alude al sentido griego de la palabra “teorema” que implica “contemplación” de un orden exterior que permite descubrir la trama del orden interior. Los “postulados” de este teorema son:



*** Los afectos están para ser sentidos


*** Cuando no se expresan como tales, pueden hacerlo mediante otras vías de sustitución


*** Cuando esto no se logra porque se los sofoca, no desaparecen, sino que siguen existiendo en lo inconsciente


*** Desde allí retornan como síntoma al cuerpo


*** Pero no retornan en cualquier lugar, sino que la geografía del cuerpo impone condiciones de expresión a los afectos


*** Estas condiciones están vinculadas a las claves de inervación somática de los afectos y a los anclajes de la historia personal.










Libre interpretación



No creas que me fui porque aún estoy. En algún hilito...colgada, suspendida.
Y aunque parezca invierno el rojo quema.
En el árbol de las manzanas.

maria


.-.-.-.

Hay Días


Hay días en la vida que son así...no???

frescos, brillantes, jugosos y amontonados...

días de naranjas o de sol a rebanadas.


maria

-.-.-.-.