lunes, 6 de octubre de 2008


Somos un cuerpo con necesidad de ser sostenido,
con capacidad de sostener.
Somos un cuerpo que escucha y a la vez necesita ser escuchado.
Somos un cuerpo con historia propia y con añejados mandatos familiares.
Somos un cuerpo que transita el hoy.
Somos un cuerpo que habla con un lenguaje que a veces, resulta indescifrable.
Somos un cuerpo que juega y se construye a través de actos de habla lúdicos.
Somos un cuerpo que grita enfermándose cuando nadie escucha su dolor.
Somos un cuerpo donde danzan circularmente los placeres y los agobios cotidianos.
Somos un cuerpo, como somos alma, emoción, lenguaje, mente, espíritu.
Somos un cuerpo que nos invita a re-pensar su singularidad.



A veces nos cuesta entender la vida porque la miramos al revés...
como La Paloma de Rafael Alberti..."se equivocó la paloma...se equivocaba...por ir al norte fue al sur...creyó que el trigo era agua...se equivocaba..."

Así nos pasa a nosotros también, nos apalomamos.

maria

.-.-.-..



Si algo sabemos las sabihondas Viejas Brujas (no tanto por sabias y hondas...sino por Viejas) es lo que significa una flecha en la espalda...

Una flecha es algo contundente, es duro y desgarra cuando te penetra. En la espalda anidan las alas para volar, pero no hay ojos...no se vé desde ahí, entonces, no hay forma de defenderse.
Entra, lastima, sangra y se queda clavada.

Todo esto lo diría cualquier jovencita/o que hayan sido víctimas de una traición, ya que, además, las traiciones vienen por la espalda.

Pero este argumento es falaz para una Vieja Bruja como yo.(jijiji)